Una vez, en un pasillo de la Universidad Central de Venezuela lei que cada
persona puede crear su propio Credo, pues uno nace libre de creer... Es una elección...
Entonces…
Creo en el autobús 2857 de Montgomery
Creo en la perseverancia de los sobrevivientes de Vargas.
Creo en las personas que no tuvieron tiempo de despedirse bajo los rascacielos.
Creo en los gritos silenciosos de las paredes de Auswitch.
Creo en la sabiduría que creció en Isla Robben
Creo en los sueños asiáticos que se llevó la ola...
Creo en el valor de una bandera a distancia.
Creo en el piso policromático de las despedidas.
Creo que Wasatch Mountain fue dibujada por Manuel Cabré.
Creo en la voz de los estudiantes detrás del humo.
Creo en los 90 minutos vestidos de Vinotinto
Creo en las lágrimas de preferirte lejos pero segura.
Y quiero seguir creyendo...
...en las reflexiones del Principito y las locuras de Macondo.
...en las acciones de Fe del argentino vestido de blanco,
...en que el negro está en la misma paleta de colores que los demás,
...en el valor de una mano amiga,
...en el futuro de un #16 en el tiempo,
...en que el amor es una mezcla de arepa, arroz con gandules y tamales,
...en el beso de una madre que cura una herida,
...en la sonrisa de un niño,
...en la mirada de un anciano,
...en los árboles, el sol y las estrellas...
Pero sobre todo Creo en que un día el sol brillará sin miedo en Venezuela.