Te conocí por causalidad, sí causalidad, no creo en las casualidades... Nos distanciaban apenas diez años, pero eras tan como yo que no existía la edad. Desde el primer momento supe que eras parte de mi vida, que te conocía desde antes de nacer... había una especie de camaradería que no conseguía explicar. Recuerdo tu cara en los pasillos de aquella oficina, esa oficina que significaba un parque de diversiones para mi intelecto, tu mirada me resultaba tan familiar!..
A veces, cuando se mira la vida en retrospectiva cobra tanto sentido!!... Me llevó solo unos meses darme cuenta que eras de los míos, que pertenecías a mi equipo, que esa conexión era tan real como la sangre que nos une... No importa si no nos lo dijeron antes, si lo confirmaron después o si a alguien se le olvidó mencionarlo, ya en nuestros corazones sabíamos que éramos siete... y Tú y Yo las más pequeñas.
Supongo que en algunos momentos hubo una especie de celos por parte de mis hermanas mayores, te acuerdas que te dije que las amaba demasiado pero que eran más como mis mamás? reíste tanto ese día!.. "es lo malo de ser la más chiquita, eres como la muñequita y todos te quieren cuidar"... Eras mi confidente, la casa donde me iba a refugiar, la sonrisa de la tranquilidad... sin juicios, sin preguntas, solo la mano que me secaba las lágrimas y me devolvía a la tierra.
Fueron sólo diez años a tu lado, pero fuiste tantas cosas... Los suspiros por Luís Enrique, el cafecito de las madrugadas, la consentidera de los plátanos dulces, el masaje de los pies al llegar de la excursión al Avila, en inexplicable lunar del brazo, los largos viajes en metro, el agua fría por la ventana del baño, las largas horas haciéndome escuchar BSB con la negrita... en tus momentos más oscuros iluminaste los míos ... La verdad fueron muchas, muchas cosas, muchas risas, muchas palabras, muchas horas en ese hospital esperando volver a verte reír... me da miedo olvidar algo de tanto, me niego a olvidarte... No sé a donde fueron a parar las cosas que me recuerdan a tí, sólo me queda tu sonrisa.
No se si te amé más o si te amé menos, supongo que el amor no tiene una escala para medirse, te extraño porque ya no te puedo ver, te extraño porque significaste mucho, te extraño porque eres mi hermana...
... Y así tal cual como el aviador al Principito, desde ese mes de marzo cada vez que miro al cielo y en vez de estrellas, me hubieses dado una multitud de cascabelitos que saben reir... eso eres Tú... mi Nardicita.
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