Detrás de una Corona...

Por fin la pude ver entre tanta gente en el escenario, estaba sentadita, tranquila poniendo atención a cada palabra de la oradora de orden. Sus manitos estaban muy juntas, como si suplicara hacia el aire...

Hace tres años que está en competencias, trabajando semana a semana para dar lo mejor de sí en cada presentación. Ensayando, subiendo la cabeza, aprendiendo a poner las piernas firmes y seguras a cada paso, manteniendo el equilibrio, levantándose del piso una y otra vez hasta la perfección, al menos para su juicio. Ya conoce la rapidez de un cambio de vestuario, el maquillaje brillante, el peinado impecable y la sonrisa perfecta..

Ella sólo tiene 7 años de edad, no sabemos si su futuro está en convertirse en médico, ingeniero, ama de casa o artista, lo cierto es que hoy, con esa cantidad de años de vida, el Baile es lo que ama con toda su alma. Destella pasión en cada movimiento que realiza como si llevara la música en los huesos. El brillo de sus ojos te puede hacer viajar más allá de cualquier sinfonía.

Nunca me tomé la molestia de pensar, ni por un segundo, el por qué las misses lloran al recibir la corona del certamen al que participan. Son tan exageradas!... Si son bonitas lo son y ya, para qué tanto drama?.. Pero una vocecita, unas lágrimas recorriendo sus mejillas rosadas, me ha dado tanto qué pensar..
La princesa Caribay como la llaman, ha esperado año tras año desde que tiene conciencia, por recibir el mayor de los premios de su Escuela de Danza: La Corona a la excelencia!... y es que hay tanto contra quien competir, que cada año su tristeza es mayor al ver que los más grandes la superan en técnica y experiencia. Pero su amor es tan grande pero tan grande, que sólo lo logro comparar a la pasión por el fútbol de un futuro #16.

No recuerdo mucho las palabras de la Directora de Danza, confieso que no prestaba atención. Sólo una frase dejó escapar el galopar desenfrenado de los latidos de mi corazón: "Ella le pidió a sus papás que prefería no viajar a Disneyland pero que no quería perderse su competencia de baile..." Palabras más, palabras menos, era ella, era ella!!... Casi me levanto de la silla tratando de entender las otras cosas que decían, recuerdo que nuestro paso por las Vegas se había pospuesto para llegar a tiempo a la competencia, tenía que ser ella...Volteo tratando de contener la emoción, cuando mis ojos se encontraron con las lágrimas de mi hermana, supe que era ella; pero al ver a su papá... waooo... jamás olvidaré ese rostro envuelto en llanto... Era el rostro de un verdadero padre orgulloso, el rostro del amor sincero, el rostro de un gigante por su pequeña...